El proyecto es liderado por el labriego, José Joaquín Peñaranda, que cambió las hojas de coca por la elaboración de chocolate artesanal para conquistar los mercados regionales.
El campesino, mediante plantaciones de cacao ofrece una alternativa y ha conformado una asociación para sacar adelante los cultivos tradicionales en la región.
Inicialmente se han acordado 20 personas de la vereda Agua La Sal en la orilla de la carretera que conecta a Tibú con la capital del departamento.
“El objetivo es integrar otros productos para brindar esas oportunidades de cambio y transformación del Catatumbo, donde existen grandes riquezas con la fauna y la flora”, reiteró.
