El presidente Gustavo Petro reaccionó con dureza este martes al fallo absolutorio del Tribunal Superior de Bogotá, que dejó sin efecto los cargos contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por presunta manipulación de testigos y fraude procesal. El mandatario cuestionó la decisión judicial, señalando que el Tribunal “repite la historia” y “contradice a la Corte Suprema de Justicia”, al desestimar una interceptación telefónica en la que, según él, “aparece la voz de Uribe hablando de sobornos”, calificándola ahora como un asunto de “intimidad”.
“Así se tapa la historia de la gobernanza paramilitar en Colombia”, expresó Petro. “Es decir, la historia de los políticos que llegaron al poder aliados con el narcotráfico y que desataron el genocidio en el país”, añadió. Con estas palabras, el jefe de Estado volvió a poner sobre la mesa uno de los debates más sensibles del país: la relación entre el poder político y las estructuras paramilitares.
El mandatario también hizo referencia a la coyuntura internacional, asegurando que el expresidente estadounidense Donald Trump, a quien calificó como “aliado con estos políticos y con Uribe”, buscaría promover sanciones contra él por haber denunciado las presuntas “alianzas entre el poder político colombiano y el narcotráfico paramilitar”.
Finalmente, el presidente Petro anunció una movilización ciudadana para este viernes en la Plaza de Bolívar de Bogotá, donde —según dijo— comenzará la recolección de firmas para impulsar el poder constituyente. “Ha llegado la hora de las definiciones, y quien define no es Trump, es el pueblo”, concluyó el mandatario.
