De izquierda a derecha: el contratista Gary Espítia, el alcalde Álex Char y la exfuncionaria Martha Cristina Rodríguez.
le siguen la pista a un contrato que se firmó en la segunda Alcaldía de Álex Char y que está en la lupa de las autoridades por los millonarios sobrecostos y obras abandonadas. El ‘modus operandi’ ocurrió primero en Cartagena con el mismo contratista de Char y con una de sus funcionarias más cercanas.
En Barranquilla es casi imposible encontrar un proyecto en el que el contratista no sea amigo de la casa Char. Y este no es la excepción. Uno de los programas bandera de la segunda alcaldía de Álex Char (2016-2019) fue modernizar la red hospitalaria de los llamados Puntos de Atención en Salud Oportuno (Paso) y los Centros de Atención Médico Integral en Salud Oportuno (Camino).
Aunque esos centros hospitalarios fueron creados como una idea para acercar los servicios de salud a la gente, hay una percepción de los barranquilleros de que no son más que grandes edificaciones con insuficientes servicios de salud.
La Fiscalía le pone la lupa a una megaobra que se firmó en la segunda administración de Álex Char y que, ocho años después, no ha culminado. Además, los sobrecostos superan el 50 por ciento del valor del contrato. La representante de la entidad que contrata, y el contratista, son de la entraña del alcalde.