Una fuerte alerta por violencia contra las mujeres se ha generado tras conocerse un balance que reveló que, en lo corrido del 2024, han sido 23 las mujeres asesinadas en el departamento del Atlántico, mostrando un aumento de 14 casos frente al 2023, en el mismo período.
La cifra corresponde a los 3 primeros meses del año, aunque el mes de marzo no ha culminado, Barranquilla encabeza la lista con la mayoría de los crímenes, seguida de Malambo y Sabanagrande.
los dos últimos hechos de violencia contra esta población se presentaron en Soledad y Sabanagrande el pasado martes 26 de marzo, uno se presentó al interior de una vivienda ubicada en el barrio Villa Aragón del municipio de Soledad, donde fue hallada una mujer de 46 años sin vida y con signos de violencia, que, al parecer, presentaba un surco de presión en el cuello, y el otro fue el cadáver de una mujer, entre los 25 y 30 años de edad, que fue encontrado en un sector enmontado de la vía Oriental, en jurisdicción del municipio de Sabanagrande, con aparentes signos de violencia en el rostro y en el cuello, y que tenía descubiertas sus partes íntimas.
Violencia contra la mujer, un tema de interés internacional
Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada».
En esta violencia se presentan numerosas facetas que van desde la discriminación y el menosprecio hasta la agresión física, sexual, verbal, psicológica y el asesinato, manifestándose en diversos ámbitos de la vida social, laboral y política, entre los que se encuentran la propia familia, la escuela, las religiones, el Estado, entre otras. Este tipo de violencia suele considerarse una forma de delito de odio, que se comete contra las mujeres o las niñas específicamente por el hecho de ser mujeres, y puede adoptar muchas formas.
Marco normativo internacional para eliminar la violencia contra la mujer
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó En 1993, en asamblea general, la «Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer», y en 1999, declaró el 25 de noviembre el «Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer» propuesto por República Dominicana con el apoyo de 60 países más.
En la declaración de 1993, la ONU establece que «la violencia contra la mujer constituye una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer» y «que la violencia contra la mujer es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto del hombre».
En 2008 el Secretario General de la ONU puso en marcha la campaña «Unidos para poner fin a la violencia contra las mujeres» apelando al «imperio de la ley» como vehículo para su erradicación, proclamando el 25 de cada mes «Día Naranja», entre otras actividades, en ese día se invita a llevar alguna prenda de ese color para resaltar el llamado a erradicar la violencia contra la mujer. Uno de sus objetivos fue el de procurar que para 2015 todos los países hubiesen adoptado leyes específicas contra este tipo de violencia de conformidad con las normas internacionales en materia de derechos humanos.
Datos de la ONU sobre casos de violencia contra la mujer en 2014:
- Un 38 % de los asesinatos de mujeres perpetrados en el mundo son cometidos por su pareja, siendo el ámbito familiar y de pareja donde se produce el mayor número de casos de violencia contra la mujer, ya sea esta física, sexual o psicológica. El 50 % de los asesinatos de mujeres en el mundo son cometidos por un familiar o compañero sentimental y el 35 % de las mujeres habrían sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja.
- Unos 120 millones de niñas de todo el mundo, más de una de cada 10, han sufrido en algún momento coito forzado u otro tipo de relaciones sexuales forzadas.
- La trata de personas se convierte en una trampa para mujeres y niñas que son en un 98 % el objeto de la explotación sexual (4,5 millones de personas en el mundo).
- Más de 133 millones de niñas y mujeres han sufrido algún tipo de mutilación genital.
Marco histórico de la lucha por eliminar la violencia contra la mujer:
Desde 1975 se celebra la «Conferencia Mundial sobre la Mujer» como una forma de incorporar el tema a la política pública, y en 1993 las Naciones Unidas con la «Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer», en la que se afirma que esta violencia es un grave atentado contra los derechos humanos de la mujer y de la niña, reconocen «la urgente necesidad de una aplicación universal a la mujer de los derechos y principios relativos a la igualdad, seguridad, libertad, integridad y dignidad de todos los seres humanos»; también reconociendo el papel desempeñado por las organizaciones en pro de los derechos de la mujer, organizaciones que facilitaron dar visibilidad al problema.
Es importante mencionar que, gracias a estos marcos normativos, el feminicidio en Colombia en la actualidad es catalogado como un delito autónomo y, en ese sentido, se constituye la vida de la mujer como un bien jurídico protegido por el derecho a través de esta medida de política criminal.
El feminicidio en Colombia:
Un estudio realizado por la Universidad Externado de Colombia, se titula «El feminicidio en Colombia: La tarea pendiente de las cifras que aún no hemos calculado», lo que indica que no hay una fuente primaria oficial que conduzca a una información exacta y verídica de estas estadísticas en el país.
Este estudio expone que «Las mujeres enfrentan diversas modalidades de violencia: sexual, psicológica, patrimonial, económica, entre otras, de las cuales el feminicidio es la forma más extrema. La medición, seguimiento y monitoreo del fenómeno es una tarea urgente por desarrollar en el país.»
Ademas, describe la definición internacional del feminicidio e indica que es urgente y prioritario que Colombia incluya en la agenda política y publica este fenómeno: «El reconocimiento del feminicidio, definido como un delito motivado por el odio y la dominación extrema, que se tipifica en el asesinato cometido contra una persona por el hecho de ser del género femenino (ONU Mujeres 2023), pone sobre la mesa un fenómeno que siguen experimentando cientos de mujeres en Colombia y, por tanto, es un asunto urgente y prioritario en la agenda política y pública, así como las garantías plenas de investigación y judicialización para los feminicidas.»
Este estudio muestra también las cifras de violencia de género recopiladas por la Procuraduría General de la Nación hasta un periodo no determinado del año 2023:
- En 2022 se registraron 47.771 casos de mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, cifra que, en comparación con el 2021, presentó un aumento de 7.713 casos.
- El reporte de exámenes medicolegales por presunto delito sexual en mujeres aumentó en 3.650 casos en el 2022, frente a lo reportado en el 2021.
- En lo corrido del 2023, se han registrado 3.483 casos de violencia intrafamiliar y 1.516 exámenes medicolegales efectuados por presunto delito sexual.
- Solo el 32%de las denuncias interpuestas ante la Fiscalia General de la Nación por feminicidio han terminado en una sentencia condenatoria, mientras que el 35% sigue en etapa de indagación.
De estas cifras ponemos analizar que los casos de violencia contra la mujer tienden a ir en aumento año tras año, lo que indica que no hay políticas preventivas ni correctivas que conduzcan a una tendencia a la baja de la problemática, también podemos observar que no hay información especifica de las cifras de delitos de abuso sexual contra las mujeres como tal, ya que las cifras que nos muestran indican un aumento comparativo de un año frente a otro en los reportes de estudios medicolegales por presunción de delito sexual, asimismo vemos que los porcentajes de las denuncias ante la Fiscalía no nos arrojan una información de un 100%, ya que el 32% han tenido sentencia condenatoria y el 35% sigue en indagación, entonces dónde quedaría el 33% restante de los casos?
Por otro lado el estudio indica que existe una necesidad de información unificada, de sanción frente al delito de violencia contra la mujer y propone algunas estrategias para mitigar el problema, «Si bien los feminicidios no pueden evitarse, es posible crear estrategias y acciones para su prevención. En este objetivo, una de las tareas pendientes es que existan fuentes de información unificadas, completas y sistemáticas en el tiempo. Actualmente, para el caso colombiano los esfuerzos siguen estando fragmentados: académicos, observatorios, entidades públicas y organismos multilaterales han desarrollado acciones frente al tema sin mayor articulación.
Aunado a lo anterior, son fundamentales esfuerzos que faciliten la sanción de la violencia contra las mujeres y susciten reflexiones hacia la construcción de relaciones equitativas, en las que ser mujer no implique un riesgo para la vida. Para ello, a continuación, se proponen algunas acciones clave de corto plazo para mitigar el problema:
- Refuerzo de las acciones preventivas: Es necesario garantizar la prevención de estos actos de violencia, con el fin de que hechos victimizantes terminen en feminicidio a través de la sensibilización temprana a niñas, adolescentes y jóvenes en colegios, institutos y universidades que permitan la detección temprana y la prevención de la violencia de género.
- Seguimiento a la implementación de la política pública y criminal: Muchos asesinatos relacionados con género no son claramente identificados y contados. Se hace necesario generar sistemas de seguimiento, basados en el análisis de datos con fuentes articuladas, por parte de las instituciones públicas, que ayuden a la detección de situaciones de mujeres con su debida georreferenciación y el contexto de las características de la violencia que pueda ayudar a clasificarlas en nivel de riesgo de feminicidio.»
- Orientación y capacitación: Es perentorio que los funcionarios públicos a todo nivel -desde policías, servidores públicos a nivel municipal, local o distrital, personal de la Fiscalía, Procuraduría u otras entidades encargadas- estén plenamente capacitados y comprometidos con la escucha, apoyo y servicio eficiente a la ciudadanía para la salvaguarda del derecho a la vida de las mujeres y que se activen en todos los casos de la forma más eficiente posible los protocolos existentes para el manejo de la situación ante potenciales actos feminicidas. En otras palabras, que existan capacidades de apropiar u orientar adecuadamente a las víctimas cuando se evidencien factores de riesgo.
Este estudio, indiscutiblemente, genera un gran aporte de información acerca del tema, ademas de que plantea unas posibles estrategias para mitigar el problema, sin embargo, carece de investigación frente al enfoque de la acción u omisión del Estado y las autoridades de cara a la problemática, ademas de que queda por sentado e induce a la percepción de resignación a vivir con esta problemática cuando menciona que los feminicidios no se pueden evitar, cuando es ahi en ese punto que el Estado tiene injerencia en la responsabilidad de salvaguardar la vida y la honra de los ciudadanos.
Esta responsabilidad indica que el Estado tiene la obligación, no la añoranza, no la posibilidad, no la probabilidad, sino la obligación de evitar este tipo de sucesos, a través de la generación de políticas públicas que tengan como finalidad erradicar la problemática y que en el margen de error de la ejecución de las políticas públicas se inicie por disminuir los casos y continúen en la búsqueda de la erradicación total del flagelo.
Y es quizás debido a esta responsabilidad que recae sobre el Estado que no hay una sola entidad gubernamental en Colombia que entregue cifras reales y verificables de estos delitos, ya que se dejaría ver la negligencia del Estado por la falta de protección, seguridad y garantías a los derechos de cualquier ciudadano y sobretodo a la mujer como victima reiterada de estos delitos .
Hoy en día con toda la tecnologia y la facilidad de acceder a la informacion de interes que cualquier persona tenga, no resulta muy viable considerar que la problematica de la violencia contra la mujer sea por falta de conocimiento del tema o de los derechos que tiene la mujer o de las leyes que le cobijan protección, cuántas mujeres hoy en día no saben que la violencia es un delito o que existen leyes que protegen sus derechos y que existen entidades públicas como la Defensoría, la Comisaría o la Fiscalía donde pueden denunciar cualquier vulneración de sus derechos, cualquier acto de violencia en su contra o cualquier amenaza a su integridad fisica y moral?
El problema va mas alla de la informacion y de las cifras, hay que ahondar en las raices que sujetan la problematica, ya que a pesar de que las leyes estan claramente establecidas para la tipificacion de estos delitos existen varias situaciones inexplicables que estan permitiendo que este flagelo persista y siga en aumento, entre las cuales se podrian señalar:
- qué es lo que obliga a las víctimas a desistir de los procesos de denuncias o incluso a evitar iniciar los trámites de denuncias
- por qué las víctimas perciben abandono de las autoridades frente a las situaciones denunciadas
- por qué las víctimas perciben dilatación por parte de las autoridades en los procesos
- qué pasa al interior de las entidades publicas a las que le atañe enfrentar esta problemática que no han podido ejercer un control preventivo ni correctivo de estas situaciones
- por qué la sociedad percibe impunidad frente a esta problemática
- qué está pasando en la sociedad que cada vez se degrada más, al punto de que una persona se encuentre en peligro de muerte en su propio núcleo familiar y cuál es la responsabilidad del Estado frente a esta situación
El propósito de plantear los puntos anteriores es marcar un camino para la investigación y la indagación profunda de las raíces de la problemática y que las entidades sobre las que recae la responsabilidad de dar solución y erradicar la problemática encuentren en este planteamiento un punto de apoyo para alcanzar su finalidad.